Mirageman, Superheroe con espuelas y chupalla.
Cabros. Mirageman la lleva. Sépanlo.
Y después de esta pertinente aclaración, analizemos la película.
Es complicado hablar de cine chileno, primero porque "la recomendación viene de muy cerca" y segundo porque ya es un tema bastante vapuleado. Sin embargo basta con decir que este nuevo paladín azul que se ha tomado por sorpresa nuestros cines, trae consigo una inmensa ola de aire fresco a la cartelera, y un buen remezón a toda esta naciente "industria" shilena del séptimo arte. Y eso ya se agradece una enormidad.
Mirageman cuenta la historia de Maco Gutierrez, chileno pobre, con una trágica historia a cuestas y que sobrevive entrenando artes marciales de día... y trabajando de guardia en el pillín "Passapoga" por las noches. Así hasta que un hecho fortuito lo lleva a combatir el crimen... A puro ñeque mierda. Porque Maco no tiene armas de última generación, no cuenta con una sagacidad especial, ni mucho menos con increíbles superpoderes, sino que simplemente, con mucho corazón. Aquel mismo órgano vital que tanto le faltó a sagas como "Spiderman", "Superman" o no sé, "Horton y el mundo de los quién".
Marco Zaror, no es un gran actor. De hecho, ni siquiera es un actor. Lo bacán es que todos lo saben, y a nadie le importa demasiado mostrar el "conflicto moral" del heroe. Lo importante aquí es (gracias-a-dios) contar una historia.
El género de superhéroes tiene ciertos códigos dentro de los cuales se mueve la película. No van a encontrar la respuesta a sus vidas, ni mucho menos una de esas obras innovadoras ashí shuer cuáticas. Pero estamos frente a una peli "de-género" CHILENA, con buena patadas, buena música, con detalles freaks, y una esencia increible. Aquí van a invertir un par de lucas en una cinta entretenida, chistosa, ágil y bien contada.
De hecho, es la mejor película de superhéroes (junto con batman begins) que he visto desde hace muuuchos años (respetando a burton, shyamalan, y otros santos). La identidad chilena, el ritmo, la seriedad (cuando se toma en serio y cuando no) hacen de este pequeño filme, una gran experienca.
Y si salis de la sala totalmente engrupido, tirando patadas, y queriendo salvar el mundo. Mucho mejor.
Cuatro bacanes jumbitos de cinco.
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