08-07-07

Cinema Paradiso


Comencemos...
El inicio: Aquél momento olvidado que sólo reconocemos una vez que llegamos al final. El inicio. Cada inicio. Cada comienzo. La infancia.

Tal vez sea que a mis diecisiete años la sensación de superar definitivamente una etapa me tenga especialmente pensativo. Tal vez sea que la adolescencia brinde de vez en cuando curiosos momentos de melancolía. O simplemente todo se deba al misterioso poder de una pantalla a medianoche y un vaso de leche en la soledad de la madrugada sabatina.
Pero simplemente no puedo dejar de sumergirme en el pasado, sentir sus aromas, sus risas, sus lugares, perderme en sus lejanas instantáneas.

Aquella tonalidad sepia que tiñe nuestro espíritu cada vez que retornamos a algún lugar... Afortunada o lamentablemente, el tiempo, señor, ya no vuelve más.

Cinema Paradiso habla del Amor. De la amistad. Del pasado. De la vida.

Un joven travieso crece al amparo cariñoso de una vieja sala de cine y de un hombre que le enseña a vivir a través de las humildes películas que proyecta.

Por Cinema Paradiso pasa el pueblo, se divierten los niños, se juntan los amigos, se ríen los curas, se olvidan los problemas, se madura, aprende, se llora, se enamora. El retrato de una Italia antigua y belísima, una plaza perdida que poco a poco se va convirtiendo en testigo silencioso de las guerras, el progreso, y los cambios. En la romántica historia de Salvatore se reúnen todos los sueños y anhelos que cada uno de nosotros, de una u otra forma atesoramos en nuestro corazón.

Qué lindo y qué difícil es crecer.

En fin, Una gran, Gran película. Una obra que invita a emocionarse a cada instante, simplemente, porque nuestros segundos continúan su insoslayable camino, mientras que los recuerdos de antaño lentamente van desapareciendo.
El señor del periódico está cada día más cansado, la cena de navidad va perdiendo cada año más invitados, y nuestra sonrisa se va volviendo, imperceptiblemente, cada día más pesada.

He de reconocerlo, no era sólo la historia la que hacía llorar, eran los sentimientos que cada cuadro evocaba, las emociones que cada imagen despertaba, el abrasador cariño que transmitía, el paso de los años, la inevitable partida, y el temido retorno donde ya nada es como antes.

Hermosa película es esta Cinema Paradiso. De verdad, una maravillosa oda al cine, al amor, al tiempo y a la inocencia. Una película que de a poco encanta, entretiene y conmueve.

Vean esta pequeña obra maestra. Visiten el Cinema Paradiso. No dejen de entrar y disfrutar una velada en estas sencillas butacas. No pierdan nunca al Salvatore que vivió y soñó en cada uno de nosotros hace no tanto tiempo atrás.

Quizás tenga razón, don Alfredo, tal vez la vida no sea siempre como en las películas, sin embargo, aún podemos, con esfuerzo, darle a cada día... un final feliz.

Usted lo dijo:Todos tenemos una estrella a quien seguir.



NUOVO CINEMA PARADISO

Dir: Giuseppe Tornatore
Act: Salvatore Cascio, Philippe Noiret, Agnese Nano.
Año: 1989

3 Comentários:

Mona Green dijo...

Yo llegue voluntariamente
Pero leeré después, porque
son las 4:20am...

Cuidate harto!
Yoha :)

  Vale Tapia dijo...

uiii otra pelikula que debo agregar a mi lista de la-vere-cuando-tenga-tiempo
gracias por los saludos, cariños nos vemos :)

Anónimo dijo...

Realmente la música de la película, echa por el maestro Ennio Morricone, me trajo las ganas de verla... la música transporta, la música te llena.

Te conte la historia de yo y esa canción en el violín...

Es una pelicula que quiera ver, y ahora aparte d ela musica me atrae el contenido valórico-humano que genera.

Buen reseña, espero leer algo similar en el mercurio del domigno dentro de 10 años ;)


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